Se espera que, a partir de marzo, las personas cuya única condición subyacente sea una enfermedad mental podrán adherirse también a esta variante, indica el portal CTV News.
Los padecimientos mentales se excluyeron cuando se aprobó en el país la última versión de la Ley de Asistencia Médica para Morir, en 2021.
Sin embargo, las personas aún deberán presentar una solicitud y ser consideradas elegibles por dos médicos que determinarán si tienen una condición irremediable y si presentan la capacidad, entienden y aprecian su condición, la decisión y sus consecuencias.
Un portavoz del ministro de Salud, Jean-Yves Duclos, señaló que el gobierno trabaja con sus contrapartes para garantizar que se establezca un marco sólido cuando la muerte asistida esté disponible para las enfermedades mentales.
Por otra parte, la especialista Jocelyn Downie, del grupo que establece los estándares de práctica, manifestó que si bien algunas personas podrían sufrir menos si tuvieran acceso oportuno a tratamiento o apoyo, negarles la eutanasia no resuelve el problema, solo significa que siguen sufriendo.
Mientras, algunos psiquiatras se oponen a la expansión pues alegan que es imposible determinar si una enfermedad mental es «irremediable».
Más de 30 mil canadienses fallecieron con asistencia médica desde que se legalizó esta práctica en 2016, de ellos, unos 10 mil solicitaron el servicio en 2021, lo que representa el 3,3 por ciento de los decesos en el país ese año, según datos oficiales.
La gran mayoría de los solicitantes se consideró cerca de su muerte natural, indican las estadísticas.
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