Desde el Palacio de Convenciones de La Habana, el jefe de Gobierno añadió entre las políticas principales asociadas a la situación demográfica del país la asistencia a la pareja infértil, el embarazo en la adolescencia, la garantía de una vivienda segura y el análisis de la disponibilidad de fuerza de trabajo.
Durante su intervención en el Décimo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), definió que los aspectos medulares en ese punto: fecundidad, mortalidad, migraciones internas y externas, son de vital importancia en el desarrollo y las estrategias de la isla.
A su juicio, la nación caribeña tiene una dinámica similar a la de los países desarrollados, con una incidencia permanente del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, y un seguimiento a la dinámica demográfica desde la década de 1970.
Como parte de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, diversas instituciones gubernamentales implementan medidas para la atención al envejecimiento población y el estímulo a la fecundidad, con el fin de garantizar, en lo posible, la sucesión generacional.
Marrero indicó que esa situación exhibe niveles de decrecimiento, pues Cuba no logra, desde hace 30 años, la tasa de reemplazo y aludió al fomento de la participación de los adultos mayores, el único sector con crecimiento, en las tareas económicas y sociales.
Igualmente, mencionó la creación de siete subcomisiones sobre el tema y la identificación de acciones para su implementación y seguimiento, algunas de ellas previstas para el año 2023, vinculadas al cuidado integral de la vida, la introducción de tecnologías y el desarrollo de nuevos medicamentos.
También subrayó que estas iniciativas tendrán como foco el perfeccionamiento de la atención a la familia y el acceso a la vivienda, sobre todo, de madres de tres hijos o más y los jóvenes, pues aún el fenómeno no alcanza la necesaria transversalidad en los territorios ni una adecuada atención.
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