En diálogo con Prensa Latina a propósito de la presentación de su libro autobiográfico Memorias de un cine sublevado, en la Cinemateca de Bolivia, el creador de la Fundación Ukamau agradeció las muchas atenciones recibidas durante la celebración 43 del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana.
También expresó emoción y gratitud porque la Unión de Escritores y Artistas de Cuba le confirió el Premio Titón (Tomás Gutiérrez Alea), el más importante que se otorga a un cineasta.
Sanjinés manifestó alegría por la cantidad y la calidad de los largometrajes de ficción bolivianos presentados en concurso en la cita cultural habanera (Utama, de Alejandro Loayza, y El gran movimiento, de Kiro Russo).
Esta última resultó ganadora de Premio Coral en los acápites de mejor largometraje de ficción, mejor dirección, mejor edición y mejor sonido.
Respecto al libro, insistió en que “son muchos las experiencias que posibilitaron nuestro cine, el del grupo Ukamau, porque ese cine no lo hizo un solo hombre, es el resultado del trabajo, el talento y el coraje de creadores, quienes en algunos casos arriesgaron su vida”.
Comentó que al regresar a Bolivia después de estudiar cinematografía, encontró un gran cambio socio-político pues de feudal el país pasó a democrático, las tierras fueron devueltas a los campesinos, se nacionalizaron las minas y se estableció el voto universal.
“Me preguntaba, ¿qué tipo de cine se debe hacer en este país?», comentó, y para apoyar ese proceso se inclinó por destacar la presencia de los pueblos originarios, y así nació su laureado filme Ukamau.
Agregó que el cine de ese colectivo de creación se hizo más político, cuando denunciaron en Yawar Malku el crimen de lesa humanidad que cometían los cuerpos de paz norteamericanos, esterilizando a las mujeres fértiles aymaras y quechuas, denuncia que aseguró la existencia de ambas naciones.
Subrayó que en Memorias de un Cine Sublevado se relata con detalles esta experiencia.
“Nos hicimos más militantes al comprobar las maldades que ejercían imperios sobre las sociedades, cinco de las 14 películas que hicimos denuncian esos crímenes”, concluyó el artista de envidiable lucidez a sus 86 años de existencia.
Al referirse a los aportes de Sanjinés, la ministra de la Presidencia de Bolivia, María Nela Prada, afirmó que la obra cinematográfica de Sanjinés contribuyó de manera fundamental a la conformación del Estado Plurinacional.
“Igualmente -sostuvo-, con su labor como maestro y promotor de los cine clubes en Bolivia influyó mucho en la transformación del pensamiento de sus discípulos, entre quienes tuve el honor de figurar”.
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