Como una galería a cielo abierto, el Castillo de La Real Fuerza exhibe en sus verjas una muestra de 40 lienzografías, las cuales conjugan imágenes y textos que explican asuntos específicos vinculados al trascendente hecho.
Según informó la Oficina del Historiador de La Habana, luego de su exposición en esta capital las obras recorrerán las ciudades patrimoniales de la mayor de las Antillas y el mundo, en tanto la cancelación de dos sellos conmemorativos marcarán la jornada.
El calendario de acciones propone también la develación de dos tarjas de mármol en las columnas del Templete, que evocan el momento cuando el territorio fue declarado Monumento Nacional (10 de octubre de 1978) y el certificado de Patrimonio Mundial entregado por la Unesco (17 de diciembre de 1982) en la Plaza de Armas.
De acuerdo con sus organizadores, nadie comprendió el verdadero valor de este premio como el fallecido historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, quien llegaría a expresar al respecto: “La declaración de Patrimonio de la Humanidad fue una reafirmación no solamente de la voluntad, sino de los hechos de Cuba con relación a su patrimonio”.
La zona más antigua de la capital cubana posee un trazado urbanístico que fusiona estilos arquitectónicos, los cuales devienen testimonio de diferentes momentos de la historia de Cuba, incluso preserva un sistema de fortificaciones antiguas y los restos de las murallas que durante dos siglos protegieron la villa.
Con el impulso de de Oficina en la década de 1990 iniciaron las labores de rescate de los valores patrimoniales de la urbe, que exhibe en la actualidad una amplia muestra de edificaciones restauradas como iglesias, fortalezas y otros inmuebles históricos.
Asimismo, atrae anualmente a miles de visitantes foráneos, que disfrutan de las delicias de los restaurantes de todo tipo, las ofertas culturales de librerías, museos y galerías, así como las ferias de artesanías, presentaciones artísticas, festivales, entre otras acciones.
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