Algunos de los objetivos que persiguen estas reglas son mejorar la coordinación entre los países, incluidos los Estados de abanderamiento y portuarios, los Estados en los que la gente de mar es nacional o residente, y en los que operan los servicios de contratación y colocación, explicó la OIT en un comunicado.
Las normas, continúa el texto, favorecerán la rápida solución de los casos de abandono en el mar, incluida la obtención del pago y la repatriación de los marinos a su hogar.
Según las pautas, los Estados de abanderamiento deben garantizar la existencia de un sistema de seguridad financiera, mientras los Estados rectores de los puertos atenderán esa garantía económica durante las inspecciones de los buques extranjeros.
Las reglas instauran los procedimientos a adoptar en caso de incumplimiento de obligaciones del armador como organizar y cubrir el coste de la repatriación de dichas personas, los salarios pendientes, y la atención de las necesidades esenciales.
Apoyadas en las normas internacionales del trabajo pertinentes de la OIT, en particular el Convenio sobre el trabajo marítimo de 2006, entre otros documentos legales, las directrices buscan solucionar los casos de abandono de tripulaciones que impiden el buen funcionamiento de la actividad en el mar.
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