En la sala Villena de la institución, el historiador del Ballet Nacional de Cuba (BNC) Miguel Cabrera indicó que la primera bailarina conquistó la técnica de la danza, tuvo 134 títulos en un repertorio increíble, representó a Cuba en 64 países, dejó un legado coreográfico inmenso.
Resaltó que laureada artista cubana creó una compañía que posee la herencia más grande de la tradición clásico romántica del siglo XIX, además de una capacidad gloriosa para bailar diferentes estilos.
Por su parte, Aurora Boch, una de las cuatro joyas del BNC y quien compartió la escena con Alonso, señaló que la famosa bailarina tenía una gran habilidad para interpretar las obras de forma original, pero sin cambiar las coreografías, para luego compartir sus conocimientos con sus discípulos, quienes apreciaron su gran aporte a la danza iberoamericana y universal.
El director del Museo de la Danza de Cuba, Pedro Simón, recordó que la fundadora del BNC comenzó a desarrollarse en el ballet clásico en una etapa en que este estilo se enfrentaba a numerosos prejuicios, pues los bailarines debían adoptar nombres artísticos rusos, para que reconocieran su potencial en los espectáculos.
Sin embargo, ella logró que su nombre alcanzara gran prestigio a nivel mundial, acotó.
La directora de la compañía Viengsay Valdés significó que constituye un gran reto dirigir el conjunto, que durante muchos años la maestra Alicia Alonso lideró manteniendo en alto su prestigio, ubicándolo en lo más alto de los podios del orbe.
Capaz de posicionar a la Escuela Cubana de Ballet en la escena internacional, Alonso se convirtió en un símbolo al punto de decretarse el Día Iberoamericano de la Danza en su honor, por acuerdo tomado en una reunión extraordinaria de ministros de Asuntos Exteriores de la Conferencia Iberoamericana celebrada en noviembre de 2020.
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