Faustino Talavera y otros trabajadores fluviales, que exponen el ejemplar (familia Potamotrygonidae) en la capitalina Plaza de los Pescadores, explicaron que por primera vez atrapan a un ejemplar de esas dimensiones, pues el peso normal de individuos de esta especie es de 100 kilogramos y entre 60 y 70 centímetros, publica el diario ABC Color.
El líder de la captura, con 25 años en el Paraná (cauce que fluye en direcciones sur, este y sudoeste a través de Brasil, Paraguay y Argentina) explicó que necesitó de seis personas, tres embarcaciones y más de una hora para sacar del agua la raya y llevarla al aledaño puerto de Ayolas.
La raya de agua dulce, familia del tiburón también conocida como chucho de río, es un pez tropical cartilaginoso, cuerpo aplanado y alimentación omnívora (crustáceos y otros invertebrados y pequeños peces), que vive en todos los países de Sudamérica.
El pez tiene forma redondeada o romboidal y tiene una cola o látigo con una espina dorsal (machos) o dos (hembras), asociadas a una glándula venenosa cuya toxina introducida en el cuerpo humano por picadura causa fuertes espasmos musculares, parálisis, dolor e irritación y hasta la muerte, según dónde clave su aguijón.
Según medios de prensa, el récord mundial en peso de una raya de agua dulce es de 300 kilogramos, registrado en junio en el norteño río Mekong, de Cambodia, considerada, además, el mayor ejemplar de agua dulce capturado hasta ahora.
El animal, de cuatro metros, fue atrapado por Moul Thun, de 42 años, en la remota isla de Kaoh Preah, y devuelto a las aguas sano y salvo.
“Es una prueba de la existencia aún de ejemplares de estas bestias submarinas, que están en peligro crítico”, declaró Zeb Hogan, biólogo de peces de la Universidad de Nevada en Reno, y explorador de National Geographic, con experiencia de 20 años en el estudio de estas especies.
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