El Programa Mundial de Alimentos (PMA) destacó en un comunicado que en noviembre último asistió a 12,3 millones de personas en este país, golpeado por una guerra que ya dura ocho años.
Según el PMA, un 49 por ciento de los hogares yemenitas informaron un consumo inadecuado de comida durante ese mes.
El organismo resaltó que en 2022 los costos de los alimentos aumentaron un 21 por ciento en las áreas controladas por el Gobierno y un 18 por ciento en las zonas en poder de los rebeldes hutíes.
Hace unos días, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Catherine Russel, denunció que más de 11 mil niños murieron o resultaron heridos por la guerra.
La cifra es un estimado, porque “es probable que el número sea mucho más alto”, subrayó Russel.
Unicef resaltó que más de 23,4 millones de yemenitas, tres cuartos de la población nacional, requiere asistencia y protección y 17,8 millones carece de acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene.
Estimó que 2,2 millones de niños están desnutridos, incluidos casi 540 mil menores de cinco años que sufren de desnutrición aguda severa.
El conflicto comenzó en 2014, cuando los rebeldes hutíes se levantaron en armas y ocuparon grandes extensiones del país, incluida su capital, Saná.
Al año siguiente una coalición árabe, encabeza por Arabia Saudita, intervino en el conflicto en respaldo del entonces presidente Abd Rabbu Mansour Hadi.
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