La ley fue aprobada con 86 votos a favor y 39 en contra por dicho legislativo unicameral y, entre otras medidas, reduce a 16 años la edad a la que se puede solicitar a la administración un cambio de género.
También elimina el requisito de presentar un informe médico y reduce a tres meses el tiempo en que la persona solicitante debe haber vivido conforme al género que reclama (si es menor de edad).
Además, establece un periodo de reflexión de tres meses para que quien lo solicite puede cambiar de idea, mientras que las personas que pidan el cambio de manera fraudulenta pueden ser imputados penalmente y enfrentarse a penas de hasta dos años de cárcel.
En tanto, el Gobierno encabezado por la ministra principal, Nicola Sturgeon, sostiene que la nueva ley mejora un proceso intrusivo para las personas transexuales, mientras que en lado contrario se sitúan voces como la de la escritora J.K. Rowling, autora de la saga de Harry Potter, quien alega que la nueva normativa supuestamente resta derechos a las mujeres.
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