Un nuevo informe emitido por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) planteó que el uso de ese mineral se incrementará un 1,2 por ciento este año, y superará por primera vez en la historia la cifra mencionada en un solo año, con lo cual sobrepasará la marca anterior establecida en 2013.
A pesar de los ambiciosos objetivos globales por reducir el uso del carbón, los países siguen sin abandonar la quema de combustibles fósiles para producir energía.
El documento de la AIE recordó que la guerra en Ucrania provocó el corte del suministro de gas a muchos países, que se han visto obligados a recurrir al carbón, en teoría más barato.
Los fenómenos meteorológicos extremos como las sequías y las olas de calor también han provocado el incremento de la demanda de electricidad, además de reducir la energía hidroeléctrica. Para AIE el incremento del uso de carbón confirma que seguirá siendo, con diferencia, la mayor fuente de emisiones de dióxido de carbono del sistema energético mundial si no se acelera la transición energética.
Consideró, además, que la demanda mundial permanecerá en niveles altos hasta el año 2025, dado que varios expertos aseguran que los descensos de las economías avanzadas se van a compensar con los pedidos de los mercados asiáticos emergentes como China e India.
Según el estudio de la AIE el carbón utilizado en la generación de electricidad, el sector de mayor consumo, crecerá un poco más del dos por ciento en 2022, sin embargo, estima que la demanda de ese mineral en la industria caiga más del uno por ciento, debido a la merma de la producción de hierro y acero en medio de la desaceleración económica. Mientras, el aumento en los precios del gas natural llevó este año a un cambio significativo de gas a carbón, especialmente en Europa.
Tanto la generación de energía con gas como con carbón aumentó, ya que el crecimiento de la energía eólica y solar no fue suficiente para compensar la menor producción de energía hidroeléctrica y nuclear en el continente, indicó el informe.
El mundo está cerca de un pico en el uso de combustibles fósiles, y el carbón será el primero en disminuir, pero aún no hemos llegado, afirmó Keisuke Sadamori, director de Mercados Energéticos y Seguridad de la AIE.
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