Durante un acto en homenaje a las víctimas del fatídico suceso natural que enlutó a miles de familias de esta nación centroamericana hace 50 años, Ortega resaltó la solidaridad del pueblo cubano y la del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro.
Recordó que en ese momento Nicaragua no tenía relaciones con Cuba y para el entonces presidente Anastasio Somoza de Debayle, era difícil no dejar entrar una brigada médica en las condiciones destructivas del país.
“Se instalaron en los barrios y atendieron directamente a la población nicaragüense”, rememoró el líder sandinista durante la conmemoración por la fecha en el centro de convenciones Olof Palme.
En ese sentido, aludió al gesto solidario de la isla caribeña como una manifestación que trascendió la humanidad y hermandad por parte Cuba y Fidel, ante el antagonismo ideológico y político que había con la dictadura somocista.
El movimiento telúrico que destruyó la ciudad de Managua fue de 6,2 grados en la escala de Richter, ocurrió a las 00:35, hora local, del 23 de diciembre de 1972, y provocó más 10 mil muertos.
Según estudios posteriores al sismo, la destrucción ocurrió, en parte, por la pobre construcción de los edificios, la mayoría de taquezal (combinación de estructuras de elementos orgánicos con tierra) y madera con poca resistencia para soportar una sacudida terrestre.
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