Autor de Las Alturas de Simpson, primer danzón hecho público en Cuba el 1 de enero de 1879, Faílde deviene una figura trascendental en la historia de la música cubana, aseguró la profesora e investigadora María Victoria Oliver.
Desde muy joven, con apenas 12 años, Faílde se vinculó a la música con el apoyo de su progenitor Cándido y desde ese instante mantuvo un nexo con la música que lo convertiría en una personalidad ilustre dentro de los escenarios, comentó.
Oliver explicó que el surgimiento del danzón dotó al país de un baile que reflejaba gran parte de la idiosincrasia de los nacidos en la Isla por lo que sin dudas la obra de Miguel perdurará para siempre en la cultura.
La profesora manifestó que el legado Faílde perdura, ejemplo de ello es Ethiel, tataranieto de Miguel y actual director de la orquesta que lleva en alto el apellido y la historia de la familia tanto en Cuba como en el extranjero con una sonoridad que distingue a la agrupación.
Nacido el 23 de diciembre de 1852, Miguel Faílde creó más de 140 piezas musicales, dominaba las técnicas del cornetín, además de incursionar en el violín, contrabajo, viola, piano y en 1871 formó una orquesta con su nombre que animó los bailables durante 50 años y con la cual llevó al universo musical el danzón.
Ese ritmo recibió la condición de Patrimonio Inmaterial de la Nación Cubana en 2013, ilustre distinción que reconoce la trayectoria y aportes de grandes músicos del género del cual Miguel resultó precursor.
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