Por Mayra Pardillo Gómez
Corresponsal en Sancti Spíritus
Dos barrios disputan desde entonces el lugar cimero en esos festejos que atraen a grandes y chicos por el colorido y el derroche de fuegos artificiales -los cuales iluminan por una noche el cielo de Guayos-, así como por los trabajos de plaza y carrozas.
Es un pequeño poblado a unos 13 kilómetros de la cabecera provincial, enclavado en el municipio de Cabaiguán, que adoptó para estas fiestas que se remontan a 1925, una imaginaria división entre los dos barrios, Cantarrana y La Loma.
El primero de ellos está en la zona alta, identificándose con el chivo y el color rojo, y en la baja destaca la rana y el color verde. En ambos casos los changüíes son antecedentes directos de los festejos.
Este es uno de los lugares del país que conserva la tradición, en este caso caracterizada además por sus profundas raíces canarias, pues como es sabido hacia ese municipio espirituano llegó una oleada de inmigrantes de esas islas españolas.
Cabaiguán es conocida como la capital canaria de Cuba por la fuerte presencia de quienes partieron de esas islas trayendo consigo costumbres, comidas y laboriosidad.
Quienes participan en dichas festividades exaltan la fantasía y belleza que exhiben las carrozas y los diversos temas que las convierten en espectáculo cultural impresionante.
Por su parte, las de Zaza del Medio se celebran en el municipio de Taguasco y las simbolizan al Oriente los chivos y al Occidente los perros.
Tanto las parrandas de Guayos como las de Zaza del Medio poseen el Premio Memoria Viva, que otorga el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, el cual reconoce la preservación de las tradiciones cubanas.
REMEDIOS INICIÓ TRADICION EN EL SIGLO XIX
Las parrandas fueron declaradas en 2013 Patrimonio Cultural de la Nación y en 2018 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
De acuerdo con Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio, esta festividad participativa en la cual se unen danza, música y oficios tradicionales, la convierten en una valiosa tradición que logra mantenerse, a partir de una continuidad generacional.
San Juan de los Remedios o sencillamente Remedios -conocida como la octava villa-, en la provincia de Villa Clara, inició esta tradición en 1820 y con el paso del tiempo se extendió a 17 territorios cercanos.
En las primeras horas de la madrugada hacen su entrada las fastuosas carrozas con sus historias y personajes, en una representación del cuento narrado, sin existir jurado que decida por un ganador.
Entre las 18 parrandas del centro de Cuba cuatro son de Sancti Spíritus, dos de Ciego de Ávila (Chambas y Punta Alegre) y el resto de Villa Clara, tales como las de Caibarién, Camajuaní, Placetas y Zulueta.
Los habitantes del costero poblado de Punta Alegre, en el norte de Ciego de Ávila, realizan el enfrentamiento amistoso entre los barrios La Salina y el Yeso, parrandas que datan de 1913, por lo que este año celebraron el aniversario 109 de estos encuentros.
En tanto en Chambas, también en Ciego de Ávila, el barrio La Norte es El Gallo y se identifica con el rojo; la localidad Narcisa representa El Gavilán, con el color azul.
A estas fiestas se le fueron incorporando valores de la cultura universal, como leyendas del lejano oriente y de las mitologías griegas y latina, las cuales pueden admirarse en las carrozas.
Siempre representan una historia, ya sea de la literatura universal, mitológica, histórica, fantástica o de actualidad, mientras los personajes visten acorde a la temática y la época.
Imaginación y creatividad predominan en la búsqueda de recursos y temas diferentes para hacer cada vez de las carrozas, los trabajos de plaza y el arte de la pirotecnia, un momento espectacular de luces y colores.
Las parrandas brindan goce estético y también placer intelectual, pues se apoyan en diversas fuentes de conocimiento como el arte y la literatura universal, destacan expertos.
Llega el final sin un ganador, pues según los entendidos quien triunfa es el pueblo participante de un espectáculo que lleva horas, días y meses de desvelo para llegar a lo más profundo del alma del espectador, en una relación directa con la identidad nacional.
La Tumba Francesa, la rumba, el punto cubano, las parrandas de la región central de Cuba y los saberes de los maestros del ron ligero (2022), en ese orden, integran la Lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
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