De acuerdo con un estudio realizado por la plataforma en línea Verivox, la subida del costo de los hidrocarburos podría alcanzar un 112 por ciento en 2023, a pesar de todas las medidas tomadas por el gobierno para limitar los precios.
Así, un hogar con un consumo anual de 20 mil kilovatios-hora de energía generada a partir de gas tendrá que pagar una media anual de dos mil 756 euros.
Esto es mil 457 euros o un 112 por ciento más que en el otoño de 2021, cuando las tarifas comenzaron a subir.
Los consumidores alemanes de electricidad tendrán que pagar una media del 44 por ciento más en enero que en otoño de 2021. Si la familia media consumiera unos cuatro mil kilovatios-hora, entonces de forma anualizada, tendrá que pagar mil 764 euros.
Al mismo tiempo, la intervención estatal permitirá mantener bajos los precios de la electricidad en solo un cinco por ciento, señala el periódico.
El gobierno germano a finales de noviembre aprobó medidas para limitar los precios del gas, la electricidad y la calefacción, y se espera, que el mecanismo regulatorio entre en vigencia el 1 de marzo del próximo año.
Los precios tendrán un tope para los hogares privados y las pequeñas y medianas empresas cuyo consumo sea inferior a 1,5 gigavatios-hora al año.
El costo del gas para ellos se establecerá en el nivel de hasta 12 centavos por kilovatio-hora, para la electricidad, hasta 40 centavos por kilovatio-hora. Para la calefacción urbana, el precio tendrá un tope de 9,5 centavos por kilovatio hora.
Anteriormente, el sociólogo alemán Ulrich Schneider expresó que Alemania pronto se convertiría en un estado de mendigos.
Según él, las personas que son pobres de una forma u otra se han vuelto aún más pobres y no saben cómo pueden vivir financieramente un mes.
La situación con los hidrocarburos se agudizó en los países del denominado viejo continente después del estallido del conflicto bélico en Ucrania del Este.
El 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, en respuesta al llamado de los líderes de las repúblicas de Lugansk y Donetsk, lanzó una operación militar especial en Ucrania con los objetivos de desmilitarizar y desnazificacar el país.
Después de eso, los Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y otros estados impusieron sanciones contra las personas físicas y jurídicas rusas.
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