El llamado a cerrar los gabinetes a estos especialistas en atención primaria de salud es hasta el 2 de enero, un paro que genera inquietud ante el azote en suelo galo de la triple epidemia: la novena ola de la Covid-19, la Bronquiolitis y la gripe estacional, aunque las dos primeras parecen ceder terreno.
En el centro del reclamo del movimiento, el segundo en un mes, sobresalen los pedidos a incrementar la tarifa base de consultas de 25 a 50 euros y de mejores condiciones laborales.
La huelga fue convocada por el colectivo “Médicos por el mañana”, en un contexto de elevada inflación y con el argumento de atraer a profesionales de la salud a los puestos en barrios donde hay escasez de galenos, desborde por labores administrativas y poco interés de los jóvenes en desempeñarse allí.
Algunas autoridades han reaccionado con cuestionamientos a la huelga, por la situación sanitaria del país y la época del año.
El fin de semana navideño, al menos dos de cada cinco trenes de gran velocidad fueron cancelados por un paro de controladores que demandaron aumento de salario y prestaciones, afectando a más de 200 mil personas.
En ese contexto, el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, mencionó el interés de la Presidencia en estudiar acciones que protejan los servicios sociales, comentario interpretado por sindicatos como un eventual ataque al derecho consagrado a la huelga.
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