El indicador cayó por cuarto mes consecutivo, alcanzando los 49,2 puntos en diciembre frente a los 47,2 de octubre y los 48,3 de noviembre, lo que significa una contracción de la actividad industrial, mientras que un nivel superior a 50 muestra un crecimiento de la producción.
Según señaló el informe “la inflación, la ralentización de la actividad económica y el aumento de los precios de la energía lastraron los resultados empresariales” en diciembre, lo que supuso un incremento de los costes de aprovisionamiento para las industrias y derivado de ello un alza de los precios a los clientes.
En todo caso “la caída fue menos grave que en noviembre, y la producción y los nuevos pedidos registraron sus menores descensos desde mayo y junio, respectivamente”, indicó la nota.
Otra de las consecuencias derivadas de este retroceso fue el primer descenso del empleo en el sector desde enero de 2021, si bien las empresas analizadas señalaron que “la reducción de sus plantillas se debió en general a la no sustitución de bajas voluntarias”, confiando en que las dificultades actuales sean pasajeras.
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