La alarma se produce cuando la variante continúa extendiéndose por Estados Unidos y causa preocupación entre los expertos en salud, quienes advierten que esta puede tener una mayor resistencia a los anticuerpos en comparación con las cepas anteriores.
A principios del pasado diciembre, la subvariante XBB.1.5 de Omicron representaba solo el 1,3 por ciento de todos los casos del coronavirus en territorio estadounidense y, a fines de ese mes, era responsable del 40 por ciento de las nuevas infecciones según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de esa nación.
Ante ese panorama, la Agencia de Salud Pública de Canadá comunicó que mantiene el monitoreo y la identificación de otras variantes de Covid-19, incluidos los sublinajes de la variante Omicron, aunque descartó la ocurrencia en el corto plazo de una tendencia similar a la vista en el país vecino.
Según los datos más recientes de la entidad, BA.5 y sus sublinajes seguían siendo la cepa más dominante en suelo canadiense a mediados del pasado mes, y representaban el 92,5 por ciento de las muestras analizadas en ese momento.
La subvariante XBB.1.5 se detectó por primera vez en Nueva York y Connecticut, Estados Unidos, a fines de octubre, acorde con Gisaid, una organización internacional que tiene como objetivo rastrear y secuenciar variantes de Covid-19.
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