Según informó este jueves el alto funcionario kazajo a la Cámara Baja del Parlamento nacional, durante todo 2021 grupos delictivos organizados reclutaron a personas, las armaron, compraron comunicadores portátiles y vehículos, y fueron supervisados por algunos agentes del orden.
Asylov precisó que esa operación buscaba derrocar al gobierno y fue planeada cuidadosamente, es decir, se trató de una intentona golpista.
Por tal motivo se levantó una causa penal contra el exjefe del Comité de Seguridad Nacional, Karim Masímov, la cual se llevó en secreto con información de los servicios de contrainteligencia y con acciones operativas.
El fiscal general recordó que actualmente el caso de Masímov y su adjunto, Anuar Sadykulov, se encuentra en proceso en los tribunales, donde se les acusa de alta traición, intento de tomar el poder de forma violenta y abusar de sus funciones.
A principios de enero de 2022, se produjeron masivos disturbios en Kazajstán, en cuyo transcurso los manifestantes atacaron a policías y militares.
El presidente Kasym-Zhomart Tokáyev denunció el intento del golpe de Estado y pidió ayuda a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.
La situación se estabilizó el 7 de enero, el estado de emergencia se levantó en todo el país el 19 y, según las autoridades, los sucesos dejaron 238 muertos y más de cuatro mil 500 heridos.
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