Siria mantiene su cooperación con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y hace un llamado a los Estados miembros para que traten este expediente de acuerdo con su naturaleza técnica y no se apresuren a sacar conclusiones preconcebidas, afirmó el diplomático durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU.
Citado por la agencia SANA, Sabbagh reiteró la condena al uso de armas químicas en cualquier lugar y momento, por cualquier persona y en cualquier circunstancia, y subrayó que Damasco nunca ha utilizado ningún tipo de estas armas prohibidas ni ninguna de las sustancias tóxicas.
Reveló que el primer incidente del uso de estas armas en el país tuvo lugar el 19 de marzo de 2013, cuando grupos terroristas dispararon un proyectil que contenía productos químicos tóxicos en el área de Khan al-Assal, en la gobernación de Alepo, lo que provocó la muerte de 25 personas, la mayoría de ellos del ejército árabe sirio, mientras hubo 110 casos de asfixia y desmayos.
A pesar de la solicitud oficial del Secretario General de las Naciones Unidas en ese momento para enviar un equipo de investigación independiente, el lugar del incidente no fue visitado y no se realizaron investigaciones al respecto hasta el día de hoy, denunció el delegado.
Por otro lado, aclaró que Siria se adhirió voluntariamente a la Convención de Armas Químicas en septiembre de 2013, y destruyó todas sus existencias e instalaciones de producción en 2014 a pesar de las difíciles circunstancias por las que atravesaba el país en esa fecha.
Según reveló Sabbagh, Damasco otorgó durante los últimos nueve años más de 500 visas de entrada a los empleados de la Secretaría Técnica de la OPAQ, y facilitó la realización de 24 rondas de consultas y nueve inspecciones a los centros de Estudios e Investigaciones científicas.
Reiteramos nuestra cooperación para cerrar ya este expediente, y exigimos a la Secretaría Técnica que muestre profesionalismo e imparcialidad, concluyó el embajador sirio.
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