De acuerdo con Shapps, las autoridades trabajan con el objetivo de restaurar el equilibrio entre quienes buscan hacer huelga y proteger al público de una interrupción desproporcionada.
Las paralizaciones son perjudiciales para todos, desde las personas que dependen de los servicios esenciales para ir a trabajar o cuidar de su familia hasta los dueños de negocios que laboran arduamente y cuyas ventas se ven afectadas, según el canal Sky News.
Analistas locales aseguran que una legislación al respecto podría presentarse en el Parlamento en las próximas semanas. Mientras tanto, un importante líder sindical advirtió que las reglas que limitan las huelgas podrían tener un efecto en cadena no deseado.
La declaración se produjo cuando casi no había trenes circulando en la mayor parte de Inglaterra el pasado jueves, pues los conductores de los aparatos de 15 compañías operadoras se declararon en huelga.
Actualmente, con otros 11 sindicatos, tomamos acciones legales contra el último conjunto de leyes que se implementó, indicó Mick Whelan, secretario general del sindicato ASLEF, representante del 96 por ciento de los conductores de trenes en Inglaterra, Escocia y Gales.
Las recientes huelgas en Reino Unido, según especialistas en el tema, que incluye a enfermeras, trabajadores postales y profesores universitarios, es provocada por una inflación vertiginosa y una economía en deterioro en medio de una crisis del costo de vida.
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