En total fueron seis mil 467 movimientos de los cuales tres mil 482 estuvieron localizados en el área de Cuba, dos mil 985 ocurrieron fuera del territorio nacional.
De ellos, 13 se reportaron como perceptibles, y tuvieron el citado 8 de noviembre el día con más cantidad de terremotos con 67 sismos.
La zona de Santiago -Baconao tuvo el mayor número de movimientos sísmicos con un total de mil 468.
La más energizada fue la de Camagüey-Cubitas, donde precisamente ocurrió el terremoto de mayor energía registrado en el área de cobertura local, el 8 de noviembre, con una magnitud de 5.0, al norte de Las Tunas.
También fueron registrados sismos en las regiones central y occidental con magnitudes menores a 3.0.
Enrique Arango, jefe del Servicio Sismológico Nacional, perteneciente al Cenais, explicó que lo más interesante del pasado año fue el terremoto de magnitud cinco ocurrido el día 8 de noviembre al norte de Las Tunas, a unos 60 kilómetros de la ciudad de Puerto Padre.
Este fue perceptible en todo el norte de esa provincia, las vecinas Camagüey y Holguín, e incluso, se sintió en Santiago de Cuba.
Se trata de una actividad anómala en la historia de la sismología en Cuba, que continuó hasta finalizar el año y se ha mantenido en lo que va de 2023 con varios eventos, puntualizó Arango.
“De ahí que por su falta de precedentes sea objeto actualmente de una atención diferenciada, ya que al sumar 13 sismos perceptibles las restantes zonas se consideran dentro del promedio anual”, comentó el experto citado por el diario Granma.
Casi todas las zonas en que está divido el monitoreo concluyeron con una valoración alta en cuanto a la magnitud de la energía liberada, y así se aprecia también en el primer resumen semanal de 2023.
Destacó que el Sistema de Alerta Sismológico y de Tsunami, la red de estaciones situadas a lo largo del país mantuvo una notable estabilidad en su funcionamiento.
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