A través de su cuenta en Twitter, el jefe de Gobierno citó las palabras del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, sobre el hecho: “Asesinar a hombres desarmados y amarrados es sencillamente monstruoso».
En esta fecha de 1992, un grupo de delincuentes atacó la base náutica de Tarará, en el este de La Habana, con el propósito de robar una embarcación y huir hacia Estados Unidos, y en la acción fueron ultimados los combatientes Orosmán Dueñas, Yuri Gómez y Rafael Guevara, mientras Rolando Pérez Quintosa resultó gravemente herido.
El propósito de los siete asaltantes era llegar a Estados Unidos para acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, pero la fuga se frustró y con las declaraciones del sobreviviente y la acción coordinada de las fuerzas del orden y del pueblo, los autores fueron apresados y juzgados.
Durante 37 días Pérez Quintosa, de 23 años de edad, luchó por su vida pero con cuatro disparos en su abdomen falleció el 16 de febrero, a pesar de los esfuerzos médicos y la solidaridad de la población.
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