Al ser entrevistado por la radio Kossuth, Orban señaló que solo podía reducir el daño de las sanciones a su propio país, en referencia a los daños colaterales de las restricciones impuestas por Occidente a la Federación de Rusia.
El Primer ministro magiar enfatizó que solo los alemanes o los franceses pueden cambiar la posición de la UE sobre las sanciones, pues los recursos políticos de Hungría no son suficientes para esto.
En su opinión, alguien en el liderazgo de la UE debería decir finalmente: Arruinamos todo, es hora de detenerse, porque los problemas causados por las sanciones seguirán en crecimiento
Si esto sucediera, los precios de la energía caerían de inmediato y, con ellos, la inflación se reduciría a la mitad, enfatizó Orban.
También reafirmó su posición anterior de que Europa fue la mayor perdedora del conflicto en Ucrania y las sanciones impuestas a Rusia, mientras que Estados Unidos solo se beneficia de esto.
Desde un punto de vista económico, el único o al menos el principal perdedor de la guerra en Ucrania es Europa, mientras Estados Unidos definitivamente gana, enfatizó Orban.
En la madrugada del 24 de febrero del año pasado, la Federación de Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania para defender las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según el presidente ruso, Vladimir Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
La presión de las restricciones de Occidente aumentó después de que el gigante euroasiático oficializara el 30 septiembre la incorporación de las repúblicas de Donbass y las provincias de Jersón y Zaporizhzhia, tras los referendos en estos territorios.
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