La joven participaba en una protesta contra la demolición del lugar al que desde hace varios días acuden cientos de personas para impedir la ampliación de una mina de carbón a cielo abierto.
El pueblo, ubicado en el oeste de Alemania y abandonado desde hace tiempo por sus habitantes, seguía ocupado hasta este domingo por la tarde por un reducido número de activistas opuestos a la explotación de carbón en la zona por parte de la empresa energética RWE, según la prensa local.
Policía y manifestantes se acusan mutuamente de actuar con violencia; los convocantes aseguran que hay decenas de heridos, algunos con peligro para la vida, mientras las autoridades hablan de 70 agentes heridos. ro/ehl