La batalla de cifras entre las autoridades y los organizadores de protestas no sorprende, y tampoco resta relevancia a la gran movilización que inundó calles y plazas de esta capital y de otras ciudades, donde diversos sectores de la sociedad rechazaron un proyecto que incluye la extensión de la edad legal de retiro de 62 a 64 años.
Según el Ministerio del Interior, en París los manifestantes fueron 80 mil, cantidad quintuplicada en el estimado de la Confederación General del Trabajo (CGT).
Globos gigantes, banderas, pancartas, consignas, música y artefactos pirotécnicos adornaron las coloridas marchas, acompañadas por huelgas significativas en sectores como el transporte, la energía, la educación y la función pública.
Altos funcionarios del Gobierno, entre ellos los ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, y de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, reconocieron la importancia de la movilización y la responsabilidad de los organizadores, ante los pocos incidentes registrados.
Ambos coincidieron en que hay que seguir hablando y convenciendo a los franceses.
La Intersindical decidirá esta noche el próximo paso a seguir en su campaña para derrotar la reforma a la jubilación, defendida desde Barcelona, donde firmó un Tratado de Amistad y Cooperación con España, por el presidente Emmanuel Macron.
Por primera vez en más de una década, los ocho principales sindicatos coincidieron en el llamado a protestar, encabezados por la CGT y la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), organizaciones que no suelen coincidir en sus posturas.
ro/wmr