En su discurso ante las delegaciones de los 33 países que participan en la VII cita de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente Miguel Díaz-Canel también expresó el respaldo de su país a las demandas de reparación por los daños de la esclavitud y el colonialismo de los pueblos caribeños.
Hermanos que necesitan y merecen un trato justo, especial y diferenciado, dijo el mandatario en su intervención en la cita, donde también significó que en estos momentos el pueblo peruano merece la atención y solidaridad y corresponde hallar por ellos mismos soluciones a sus desafíos.
Durante su exposición, en la que advirtió que Estados Unidos persiste en el empeño de dividir a la región, el gobernante manifestó que su país siempre acompañará otras nobles causas como la independencia de Puerto Rico y la estabilidad y la paz en Haití, sobre la base del pleno respeto a su soberanía.
Asimismo, ratificó el apoyo de Cuba al proceso de paz en Colombia; y el derecho de Argentina sobre las Islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur, y los espacios marítimos circundantes, territorio usurpado por el Reino Unido.
El mandatario repudió las acciones y amenazas contra la delegación del presidente Nicolás Maduro en esta VII Cumbre, denunciadas por el gobierno venezolano.
“Y desde la entrañable Argentina, cuyas mujeres han marcado la historia regional con heroísmo sin par, trasmito toda nuestra solidaridad y apoyo a Cristina Fernández”, enfatizó en referencia al intento de asesinato que sufrió la vicemandataria argentina, en septiembre del pasado año.
Por otro lado, Díaz-Canel ratificó la posición de Cuba respecto a la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Con los sobrados argumentos que nos ofrece la historia, digo igualmente que no reconocemos, ni reconoceremos autoridad alguna a la OEA, la organización que al servicio de Estados Unidos apoyó y apoya intervenciones militares, golpes de Estado y la injerencia en América Latina y el Caribe contra gobiernos populares y legítimos”, remarcó.
La OEA, dijo, no hizo nada contra los asesinatos, las torturas, las desapariciones forzosas y la persecución de líderes sociales, progresistas y de izquierda de la región, que permanecerán por siempre en nuestra memoria.
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