En la sede de la cancillería, el enviado especial del papa Francisco a las celebraciones por el acontecimiento, acompañado por el nuncio apostólico Giampiero Gloder y otras autoridades eclesiásticas, firmó la edición especial compuesta por cuatro sellos de correos, en los que se recuerdan las misas oficiadas en enero de 1998 por el entonces sumo pontífice Juan Pablo II.
Monseñor Gloder agradeció a las autoridades cubanas por el sencillo, pero significativo gesto en recordación del hecho, que marcó no solo las relaciones entre el Vaticano, la Iglesia católica y la nación caribeña, sino también dejó huella en el pueblo y tuvo impacto en las relaciones internacionales.
Recordó que el santo padre quiso venir a Cuba a pesar de su salud deteriorada y avanzada edad, un mensaje de amor hacia los cubanos y una muestra de su deseo de edificar puentes para favorecer un camino de diálogo.
El nuncio apostólico igualmente hizo alusión al mensaje del papa Francisco, en ocasión de los 25 años de aquella visita y, en particular, a su invitación a volver a las palabras pronunciadas por Juan Pablo II, quien dejó para las familias, los jóvenes y el pueblo en general, un mensaje iluminador, de aliento y de valores que enaltecen a las personas, dijo.
En tanto, el viceministro de Relaciones Exteriores Elio Rodríguez señaló que las actividades de homenaje son un modo de renovar el compromiso de fortalecer las históricas relaciones entre Cuba y el Vaticano, que datan desde el 7 de junio 1935 y son catalogadas como positivas, de respeto y reconocimiento mutuo.
Destacó que el recorrido por la isla del hoy santo, marcó un hito en esos vínculos y abrió un camino que convirtió a la nación caribeña en uno de los pocos países del mundo que ha recibido a los tres últimos papas, quienes pudieron apreciar el respeto hacia la libertad religiosa del que gozan los cubanos.
La visita quedó grabada en la memoria histórica de la nación y el sumo pontífice pudo apreciar entonces la nobleza y el espíritu del pueblo que lo recibió con afecto, apuntó Rodríguez
Agradeció, asimismo, el permanente rechazo del Vaticano al bloqueo económico de Estados Unidos, y recordó el paso por la Santa Sede de los líderes de la Revolución, Fidel Castro (1996) y Raúl Castro (2015), así como el viaje del presidente, Miguel Díaz-Canel, para la ceremonia de inicio del pontificado de Francisco.
En la cancelación participaron la jefa de la Oficina de Atención a los asuntos religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Caridad Diego; el viceministro primero de Comunicaciones, Wilfredo González; el arzobispo de La Habana, cardenal Juan de la Caridad García; y el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, monseñor Emilio Aranguren, entre otros eclesiásticos, funcionarios de la cancillería y el Ministerio de las Comunicaciones.
El 21 de enero de 1998, Juan Pablo II llegó a Cuba en lo que sería la primera visita de un Papa a la isla, a la que sucedieron luego la de Benedicto XVI en 2012 y Francisco en 2015.
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