La mayoría de las composiciones son originales y algunos clásicos con arreglos contemporáneos y folclóricos, que el público asistente al evento podrá disfrutar el venidero sábado 28, desde la Sala Avellaneda del Teatro Nacional.
Bautizado como Pedro Pablo Martínez, el reconocido percusionista, cantante, bailarín y compositor apuesta por una presentación “sin precedentes” con sonidos peculiares, influenciados por el jazz y otros géneros afroantillanos.
Durante el concierto, estará acompañado por el uruguayo Sebastián Natal, en el bajo y los coros, y los cubanos Keizel Jiménez, en la percusión y los coros; Issac Delgado Jr., en el piano, teclados y coros, y Eduardo Sandoval, en el trombón, coros y percusión menor.
Esta actuación de Pedrito, considerado como un maestro dentro de la música afrocubana, resultará “bastante diferente” a las anteriores y constituye la cuarta oportunidad que el compositor toca en la isla durante los últimos 25 años, periodo alusivo a su permanencia en territorio norteamericano.
Ya estuvo junto al relevante trombonista Steve Turre, en la Sala Covarrubias del mencionado teatro capitalino; luego con Gonzalito Rubalcaba en el Teatro Mella y, por último, derrochó talento y destreza en 2018, en compañía de varios conjuntos de rumba durante el Festival Rumbazo.
En aquel evento dedicado a ese género Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, compartió escenario con Yoruba Andabo, agrupación a la cual perteneció; también con Los Muñequitos de Matanzas, Timbalaye, Clave y Guaguancó y Ronald y su Explosión Rumbera.
No obstante, su intervención dentro del Jazz Plaza es la más representativa “pues es la primera vez que tengo la oportunidad de presentarme con mi propio proyecto PMG, al cual he dedicado muchísimos años de sacrificio y trabajo para lograr el reconocimiento en espacios significativos de Estados Unidos, Europa, América del Sur y el Caribe”.
—¿Cómo, pese a residir en otro territorio, Cuba resulta una presencia e influencia constantes en tu vida personal y profesional?
Tú podrás sacar a un cubano fuera de Cuba, pero jamás podrás sacar a Cuba del corazón y el alma de un cubano. A pesar de vivir por muchísimos años fuera de mi isla la música, la bandera y las raíces que represento alrededor del mundo son, sin duda alguna, afrocubanas.
—¿Cuánto incidió el barrio Cayo Hueso en tu formación profesional?
Mi aprendizaje fue de forma autodidacta, bajo mis propios medios, tocando con algunos grupos folclóricos y en las ceremonias religiosas. De igual manera, tuve la dicha de darme a conocer en Cuba como cantante y percusionista en conjuntos como Yoruba Andabo, Tata Güines y Obba Ilu.
Allí confluí, en sinnúmero de ocasiones, con grandes amigos rumberos y tamboreros de la época. Es decir, Cayo Hueso ha sido, es y será uno de esos barrios de La Habana donde la música, la fiesta y la rumba están presentes en cualquier estación del año.
—¿Te consideras un artista en constante evolución?
Me fascinan los retos, las malas noches rompiéndome la cabeza para aprender algo nuevo. Me encanta preguntar cuando no tengo el mínimo conocimiento y mi personalidad extrovertida me convierte en un soñador alegre con una mente preparada para cualquier transformación y obstáculo.
En mi caso, he tratado de que mis producciones no se parezcan mucho unas a la otras y de dirigir y enfocar todo mi esfuerzo y dedicación a la parte creativa, a innovar sin temor al qué dirán, cambiar el sentido y la perspectiva de lo que las personas están acostumbradas a escuchar.
—¿Cuál resulta el mayor premio de tu carrera?
El premio mayor de mi carrera resultó nacer en un barrio pobre y marginal, donde me enseñaron buenos valores; llegar a los Estados Unidos y decir que aquel negrito rumbero de la calle triunfó en Nueva York y aún representa con su música la bandera cubana.
—¿Qué inspira a Pedrito?
Me inspira ver a mi esposa e hija a mi lado felices, unidas y orgullosas de mí y a mis seres queridos triunfar. Igualmente, ser la inspiración de las nuevas generaciones que me quieren y admiran; ese es uno de los motores que me dan la fuerza para crear y ser cada día mejor artista y ser humano.
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