De los 300 diputados, 156 votaron el contra de la propuesta relativa a un escándalo de escuchas telefónicas a altos cargos del país.
El caso involucra al Servicio de Inteligencia por escuchar las conversaciones del político de la oposición y exdiputado europeo Nikos Andrulakis y derivó en un gran escándalo político.
También fue objeto de espionaje el periodista Thanassis Koukakis, cuyo teléfono estaba infectado con el programa Predator, según las investigaciones.
Mitsotakis se negó a renunciar al cargo en medio del escándalo, una exigencia de Syriza.
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