Al igual que lo sucedido con otros sismos de notable magnitud y sus consecuencias de miles de pérdidas humanas y recursos materiales, el científico enfatiza en que es preciso tener en cuenta la historia si se aspira a un verdadero crecimiento sostenible.
“No se puede improvisar a la hora de construir”, ratifica el experto cuando alude a esas zonas urbanas de muy alta amenaza sísmica, donde se registran temblores devastadores en diversas latitudes del mundo.
Desde el surgimiento del Cenais hace 31 años, afirmó, sus especialistas insisten en ese imperativo de edificar inmuebles sismorresistentes, de acuerdo con la norma NC:46:2017, actualmente vigente.
Arango explicó el contexto tectónico muy complejo de la región, donde ocurrió el temblor de magnitud 7,8, con epicentro en la falla de Anatolia Oriental, al sur de Türkiye.
Agregó que allí se manifiesta una intensa dinámica de la corteza por la interacción de cuatro placas tectónicas que son las de Anatolia, Arábiga, Euroasiática y Áfricana.
Más de 500 réplicas, 200 de ellas de moderada a gran magnitud, se registraron, indicó.
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