Equipos profesionales del Cuerpo de Guardabosques y de la Empresa Agroforestal de Mayarí de conjunto con voluntarios y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) trabajan por contener y minimizar los efectos del siniestro, con origen en la localidad de El Prado, ubicada a unos 700 metros sobre el nivel del mar.
El Mayor Elio Ramírez, especialista de la Defensa Civil de ese territorio del Plan Turquino, explicó a Prensa Latina que una de las principales acciones ha sido la ejecución de más de 40 kilómetros de trocha, con una dimensión de cuatro a seis metros de ancho.
Sin embargo, las características del lugar, ubicado en una geografía agreste, de difícil acceso; con abundante material orgánico vegetal y las bajas precipitaciones han complejizado la labor de los distintos organismos involucrados en la contención de las llamas.
De los factores con mayor incidencia han estado la sequía y la presencia del pinus cubensis, del que al explotar sus conos se dispersan hacia múltiples lugares, lo cual propicia nuevos focos a una rápida velocidad.
Según confirmó Ramírez ya están afectadas más de mil hectáreas, unas 600 de ellas corresponden al bosque natural, mientras que el resto a plantaciones, áreas taladas, caminos y superficies no forestadas.
El especialista agregó que en la zona trabajan drones, maquinaria especializada, helicópteros de las FAR y se dispone, además, de los recursos y aseguramientos necesarios para continuar las acciones.
Cuba cuenta con un Sistema Nacional de Protección Contra Incendios Forestales, que posee una estrategia y un Programa Nacional de Gestión y Manejo del Fuego en los bosques para el período 2018-2025.
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