Febrero comenzó con la jornada de protestas más masiva en una década aquí, donde miles salieron a las calles en numerosas ciudades para exigir mejoras salariales ante la crisis del costo de la vida.
Cerca de medio millón de personas secundó un paro que afectó a más de 23 mil escuelas, paralizó gran parte de las líneas de tren, mientras 100 mil funcionarios públicos detuvieron sus actividades, según la prensa local.
En ese contexto, el conservador Rishi Sunak nombró la víspera a Greg Hands como nuevo presidente del partido y remodeló parcialmente su Gobierno, con la creación de cuatro nuevos ministerios.
La reestructuración incluye a las carteras de Seguridad Energética y Cero Emisiones; Ciencia, Innovación y Tecnología; Empresa y Comercio; así como Cultura, Medios de Comunicación y Deportes.
Esa remodelada administración tendrá que dar respuesta a miles de trabajadores que protagonizaron un paro que analistas comparan con la huelga general de 1976.
La transportación de pasajeros hacia esta capital se redujo en un 16 por ciento, en tanto decenas de miles de enfermeras y personal de ambulancias ejecutaron una protesta conjunta por una disputa salarial que mantienen hace semanas frente al crecimiento de la inflación.
Según el Servicio Nacional de Salud (NHS), es la huelga más grande en los 75 años de historia esa instancia que advirtió sobre nuevas manifestaciones para “aumentar” la presión sobre el Gobierno.
El Ejecutivo por su parte afirmó que un crecimiento salarial es inasequible y generaría una cadena de aumentos, entre otros impactos económicos negativos.
Stephen Powis, director médico del NHS, anticipó que esta puede ser la semana más interrumpida del sistema luego de que se confirmaran más huelgas para los próximos días.
Los fisioterapeutas confirmaron paros para el jueves, mientras el viernes será el turno del personal de ambulancias.
La prensa nacional describe como “delicada” la situación del aparato estatal sanitario, pues millones de pacientes están en listas de espera para operaciones y otros miles no tienen atención de emergencia inmediata desde hace meses.
En declaraciones a la cadena Sky News, la ministra de Salud Mental y Estrategia de Salud de la Mujer, Maria Caulfield, defendió la reticencia a un aumento.
Para ello alegó que “cada porcentaje quita dinero al servicio que destina niveles récord de fondos para intentar administrar los servicios».
De su lado, Sunak intentó limitar la interrupción de servicios médicos, con proyectos para obligar a una prestación mínima; pero tuvo que enfrentar los reclamos de ferroviarios y de maestros.
Un portavoz gubernamental dijo que el Primer Ministro no planea involucrarse en las negociaciones, pero que seguirán las discusiones para encontrar “un camino a seguir con los sindicatos».
Como trasfondo de la actual situación en el país está el impacto de la inflación en el costo de vida, en especial el alza de precios de los alimentos y la energía.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas, los salarios sufrieron una de las caídas más pronunciadas desde que comenzaron los registros en 2001.
Los trabajadores experimentaron el mayor descenso en su poder adquisitivo en más de 20 años entre abril y junio del 2022, mientras los sueldos reales promedio cayeron un tres por ciento, lo que condujo a un sentimiento de desprotección.
En octubre, Sunak asumió como el quinto primer ministro conservador en seis años, luego de que su predecesora, Liz Truss, presentara un programa financiero que en pocas semanas le costó el puesto.
Un reciente pronóstico del Fondo Monetario Internacional para 2023 indica que el país se quedó atrás entre las economías más avanzadas del mundo y vaticina un decrecimiento de 0,6 por ciento en su Producto Interno Bruto, el único del Grupo de los Siete con esa proyección.
lam/to/ehl