Con la probabilidad de lluvias por debajo de lo normal en el noroeste de esta área durante febrero a abril de 2023, sobre Cuba en particular, habrá sequía a corto y largo plazo a finales de abril y mayo, precisó la entidad.
Al igual que en la mayor isla del Caribe, La Española, algunas partes de Sotavento, Puerto Rico y San Vicente y las Granadinas, deben vigilar de cerca sus recursos hídricos en los próximos meses, recomendó.
La sequía a largo plazo puede afectar a los grandes ríos y las aguas subterráneas, previó en su último boletín la Cdpmn, con sede en esta capital.
En los tres últimos meses de 2022, salvo en Barbados, donde el agostamiento fue de leve a moderado, las precipitaciones en todo el Caribe oriental fueron de normales a superiores al promedio histórico, reseñó.
La sequía a corto plazo, hasta finales de marzo, está evolucionando en el oeste de Cuba y podría desarrollarse en su región este, en Antigua, Guadalupe, norte de La Española, suroeste de Puerto Rico y San Cristóbal y Nieves, señaló.
A largo plazo, hasta finales de mayo, podría desplegarse o continuar en San Vicente, el oeste de Cuba y la República Dominicana, indicó.
«Es probable que las zonas que terminen en sequía de larga duración a finales de mayo experimenten niveles de agua más bajos de lo habitual en grandes embalses, grandes ríos y aguas subterráneas», alertó la Cdpmn.
Aconsejó finalmente a todas las partes interesadas que sigan vigilando su entorno en busca de signos de sequía.
Presidentes de naciones caribeñas han expuesto su preocupación por el incremento, en los últimos años, del impacto del cambio climático y los desastres naturales en los pequeños estados insulares de la región.
Una larga lista de países o territorios del área sufrieron crecidas o sequías en algún momento, con, lamentablemente, daños y pérdidas en la agricultura y otras ramas económicas, recordaron expertos en el tema.
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