Por Ramit Singh Chimni*
Colaborador de Prensa Latina
Durante décadas, los medios de comunicación capitalistas retrataron a Cuba como una nación asolada por la pobreza, el hambre, la falta de vivienda y de recursos e instalaciones básicos.
Estas narrativas suelen estar diseñadas para atacar los fundamentos de la sociedad socialista que los cubanos construyeron y sostienen a través de incansables luchas contra el resto del mundo capitalista. Y aunque estas narrativas pueden no ser del todo falsas, son ciertamente engañosas.
Podemos ver que los medios de comunicación mundiales se rinden a las narrativas capitalistas, porque mientras destacan descaradamente los problemas a los que se enfrenta Cuba, hacen la vista gorda ante las deficiencias de aquel modelo.
Esos medios omiten convenientemente el hecho de que estos problemas no son exclusivos de Cuba y pueden encontrarse en sociedades capitalistas de todo el mundo.
Cuando vemos esto, nos damos cuenta de que la hierba no es tan verde en el otro lado como nos la pintan y en este artículo quisiera que seamos capaces de ver el otro lado.
POBREZA
Durante décadas se ha llamado a Cuba «nación pobre». Pero en los propios Estados Unidos, la pobreza afecta a casi 40 millones de personas, que es aproximadamente cuatro veces la población total de la isla.
Irónicamente, estos datos proceden de un informe publicado en 2020 por una organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos, llamada Feeding America, lo que debe significar que los propios países capitalistas están conscientes de estos problemas.
De hecho, un informe de Oxfam de 2020 mostraba que la riqueza de los dos mil 153 multimillonarios del mundo supera a la de cuatro mil 600 millones de personas en situación de pobreza. Esta disparidad es una prueba de la incapacidad del capitalismo para hacer frente a la pobreza y la desigualdad en el orbe.
HAMBRE
El capitalismo también lucha contra el hambre: en millones de personas persiste cada día. La inseguridad alimentaria afecta a más de 50 millones de personas en Estados Unidos, lo que significa que uno de cada ocho hogares la experimenta, y se calcula que 37 millones de personas pasan hambre (Feeding America, 2020).
En Cuba, sin embargo, el Estado proporciona raciones de alimentos a todos los ciudadanos, garantizando que nadie pase hambre.
SANIDAD Y EDUCACIÓN
A pesar de enfrentarse a retos formidables, como un bloqueo estadounidense de varias décadas, Cuba hizo que la educación y la atención sanitaria sean accesibles a todos los ciudadanos como derechos fundamentales.
Según la Organización Mundial de la Salud, la proporción de médicos por paciente en Cuba es de 7,5 por cada mil habitantes, mientras que en Estados Unidos era de 2,5 por cada mil habitantes en 2013.
Además, Cuba presume de una tasa de alfabetización de prácticamente el 100 por ciento, que fue reconocida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en 2018 como «un logro notable para un país en desarrollo».
En las sociedades capitalistas, la calidad de la educación y la sanidad suele depender de la situación económica de cada uno, lo que provoca desigualdades de acceso y oportunidades. El modelo cubano demuestra que es factible que todos los individuos, independientemente de sus ingresos, tengan acceso a una educación y una sanidad de calidad.
Los datos demuestran que el modelo cubano antepone los valores humanos al desarrollo económico.
RESPUESTA A LA COVID-19
Las sociedades capitalistas fueron duramente criticadas por su gestión en la pandemia de Covid-19, y países como Estados Unidos y Reino Unido se vieron especialmente afectados. Por el contrario, Cuba resultó elogiada por su eficaz respuesta.
Lancet Global Health, una de las revistas médicas más antiguas y prestigiosas de Reino Unido, publicó un estudio en 2021 en el que se afirmaba que Cuba había tenido una tasa de mortalidad por Covid-19 inferior a la de otros países con sistemas sanitarios similares.
Además, la campaña de vacunación de Cuba ha sido muy eficaz, siendo el país uno de los primeros del mundo en aplicar vacunas y habiendo administrado ya más de 43 millones de dosis (Statista, 2023).
MEDIO AMBIENTE
El modelo cubano también sirve como modelo de desarrollo sostenible. En lugar de explotar el medio ambiente para obtener beneficios a corto plazo, Cuba apuesta por las energías renovables y la agricultura sostenible, reconociendo la importancia de un planeta sano para las generaciones futuras.
En 2018, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo descubrió que Cuba genera más del 24 por ciento de su electricidad a partir de fuentes renovables, en comparación con solo el 11,5 por ciento en Estados Unidos. Este enfoque no solo minimiza la huella de carbono del país, sino que también impulsa el crecimiento económico y crea empleo.
Por el contrario, las sociedades capitalistas priorizan a menudo el beneficio sobre la preservación del medio ambiente.
SATISFACCIÓN VITAL
Según la edición 2021 del Informe Mundial sobre la Felicidad, publicado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, Cuba ocupa el puesto 39 a nivel mundial en términos de satisfacción vital, superando a países como Reino Unido (46), y situándose justo por detrás de países como Alemania (35).
El modelo estadounidense, a pesar de ser promocionado como el epítome del éxito capitalista, sólo ocupa el puesto 19, en gran parte debido también al sesgo psicológico creado por los medios de comunicación en la perspectiva de los encuestados.
Un estudio diferente realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental de Cuba encontró que las tasas de depresión y ansiedad son más bajas en el país si se compara con otras naciones, incluido Estados Unidos.
Incluso, la Organización Mundial de la Salud en 2019 señaló que Cuba tiene la tasa más baja de suicidios en las Américas y una de las más reducidas del mundo. Creo que esto puede atribuirse al fuerte sentido de comunidad y apoyo social existente en Cuba, derivados de sus raíces en priorizar a las personas sobre los mercados.
En los países donde esta lógica se invierte, como Estados Unidos, la tasa de suicidios va en aumento, con casi 45 mil personas que se quitaron la vida en 2016, según reveló su propio Instituto Nacional de Salud Mental en un informe publicado en 2020. En Europa, países como Finlandia y Francia también registraron tasas de suicidio más elevadas.
IGUALDAD DE GÉNERO
En términos de igualdad de género, Cuba tiene uno de los niveles más altos, ocupando el quinto lugar a nivel mundial en el Informe Global de la Brecha de Género 2020 del Foro Económico Mundial. En el mismo informe, Estados Unidos ocupa el puesto 53 y Reino Unido el 15.
En Cuba, las mujeres ocupan el 48 por ciento de los escaños parlamentarios y representan más del 70 por ciento de los graduados universitarios (PNUD, 2018).
Mientras tanto, la brecha salarial de género en Estados Unidos es del 16 por ciento (reportado en 2020 por National Women’s Law Center con sede en Washington D.C.), y en Reino Unido es del 17,3 por ciento (revelado en 2020 por la Office for National Statistics, que informó directamente al parlamento británico).
En el mismo año de estos informes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, de la que forman parte Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, España y otros 32 países, determinó que la brecha salarial de género en Cuba es prácticamente inexistente, ya que las mujeres ganan sólo un 0,1 por ciento menos que los hombres en promedio (OCDE, 2020).
CONCLUSIÓN
Como Presidente del Jurado del Premio Unesco/José Martí, acabo de regresar de mi visita a Cuba. Durante mi estancia, me sentí abrumado por las personas que conocí, desde académicos hasta líderes comunitarios, desde ciudadanos locales hasta el propio presidente, Miguel Díaz-Canel.
Vi de primera mano el compromiso del país con los valores humanos, el respeto a la vida y la armonía en las relaciones.
También vi los problemas a los que se enfrentaba la gente, que no son distintos de los que he visto en el resto del mundo, pero lo que no puedo olvidar es la forma en que los cubanos hablan de estos problemas.
A diferencia del resto del mundo, su conducta es la de la empatía por encima del beneficio económico, la colaboración por encima de la competencia y la subsistencia por encima de la autocomplacencia.
En este sentido, y en contra de la creencia popular, puedo afirmar con gran certeza que el modelo cubano no es un fracaso, como lo pintan los medios de comunicación capitalistas. Tiene problemas, sí, pero no son diferentes de los modelos capitalistas, ni se resolverán adoptando el enfoque capitalista.
Sin embargo, sigue sin decirse que el enfoque capitalista ha sido incapaz de resolver los problemas que el modelo cubano ya ha resuelto.
El modelo cubano de desarrollo no está exento de desafíos, pero su compromiso con los valores humanos lo convierte en un faro de esperanza en un mundo donde imperan la codicia y la desigualdad.
Ahora, cuando se insta a los cubanos a elegir entre «Socialismo o Capitalismo», recuerdo inmediatamente la forma en que Fidel Castro planteó la misma elección a su pueblo, cuando dijo: «Socialismo o muerte».
El modelo cubano de desarrollo elige la vida. Nos muestra que hay otro camino, y encontrar ese camino con Cuba liderando el mundo es nuestra mayor esperanza para la humanidad.
Hoy, el mundo necesita a Cuba, mucho más de lo que Cuba necesita al mundo.
arb/RSC
*Presidente del jurado del Premio Internacional José Martí de la Unesco