En exclusiva para Prensa Latina, Ossa resaltó que estos eventos no pueden quedar en las ciudades y zonas urbanas, sino que deben llevarse hasta las áreas rurales como hace esta nación caribeña.
Resaltó que Cuba está el año entero de feria del libro hacia cada rincón del país, y sus buenas prácticas deben ser imitadas en Latinoamérica.
Sobre el actual trabajo de Cerlalc, su director precisó que recientemente elaboraron un manual para gestión de ferias culturales en el entendido de que el libro no solo tiene formato en papel sino también digital, lo cual amplía el horizonte del lector.
Asimismo la Cerlalc se enfoca ahora en temas de propiedad intelectual vinculada a las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, e investiga sobre el rol en descenso del editor ante la cada vez más directa interacción entre el lector y los textos publicados en plataformas virtual, afirmó.
El editor debe reinventarse, enfatizó Ossa, y analizar cuál es su nuevo desempeño en esta circunstancia.
El directivo de Cerlalc participó en el evento Políticas públicas en favor de la lectura, presentado por el presidente del Instituto Cubano del Libro, Juan Rodríguez Cabrera en La Cabaña, sede principal de la XXXI Feria Internacional del libro de La Habana, que sesiona aquí hasta día 19.
Participaron en este encuentro representantes de Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Colombia, país invitado de honor en esta edición del principal foro literario de Cuba.
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