Una decena de sindicatos y organizaciones llamaron al paro bajo la consigna de que el sistema de salud francés está en riesgo, sobre todo la medicina cercana a las personas en los barrios.
Además de la huelga, que sigue a la cumplida a finales del año pasado y principios de este, el movimiento Médicos por el mañana” convocó a una manifestación en París, con la expectativa de que se sumen más personas que a la marcha del 5 de enero, cuando participaron unas tres mil.
La demanda es de elevar a un mínimo de 30 euros la consulta, al considerar insuficiente la tarifa de 26,5 conseguida (1,5 euros más) en negociaciones entre el gremio de los generalistas y el Seguro de Salud, a partir de la inflación imperante.
Según promotores del paro, alrededor de ocho de cada 10 galenos cerró su gabinete.
Los huelguistas rechazan un proyecto que está en el Parlamento para lidiar con la falta de plazas en el sector, ofreciendo la posibilidad de que los pacientes acudan directo a especialistas en enfermería, terapeutas y otros.
El movimiento se opone a que los franceses “salten” el paso de atenderse en primera instancia con un médico, y denuncia que de materializarse, la profesión estará en peligro, al igual que la asistencia.
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