Por Elizabeth Bello Expósito
Redacción de Cultura
La obra literaria es una de las novedades de la XXXI Feria Internacional del Libro de La Habana y su autora, Yuliet Pérez Calaña, conocida en las redes sociales como la Yuli de Cuba.
En declaraciones exclusivas para Prensa Latina, explicó que las vivencias en una guagua son tan diversas y picantes como el ajiaco que componen la cultura y la realidad nacional.
Al referirse al origen de “Una guagua…”, publicado bajo el sello Áncora Ediciones, de la Asociación Hermanos Saíz en Isla de la Juventud, la también comentarista deportiva, relató:
“Cuando yo terminé la universidad y comencé a trabajar en el canal Islavisión, debía desplazarme hasta Gerona (la capital de ese municipio especial ubicado al sur del archipiélago cubano) y yo vivo en Santa Fe, eso queda aproximadamente a 16 kilómetros.
“Tenía que recurrir al transporte público todos los días para ir a trabajar y las situaciones que vivía en las guaguas eran, algunas muy simpáticas, otras desastrosas”, explicó.
Contó que en ese período conoció a muchas personas. “De ahí nacieron estas narraciones, como una manera de aprovechar las experiencias vividas cotidianamente de forma creativa y descompresionar un poco”, recordó.
“Comencé a publicar esas crónicas asiduamente en mi cuenta personal de Facebook, Yuliet PC, y empezaron a ganar en seguidores e impacto. Las personas que se incorporaban a leerlas querían ver las anteriores. Luego unos muchachos, seguidores de la página e informáticos, desarrollaron una aplicación para celulares Android, nombrada posteriormente así: Una guagua es un país, título de una de las crónicas y hoy igualmente del libro”, afirmó la pinera (apelativo con que se les conoce a los pobladores de la Isla antes nombrada Isla de Pinos) de corazón y adopción.
Las naraciones caminaron casi toda Cuba de celular en celular y parte del mundo. En torno a estas crónicas empezó a nuclearse la comunidad que es hoy la Yuli de Cuba. Estos textos, más pulidos, editados y acompañados de las caricaturas del destacado humorista Laz, resultaron en un libro”, abundó.
Refiriéndose a la dosis de realidad y ficción que contienen sus crónicas, la Yuli de Cuba, reveló que “todas parten de una base real, algo que me sucedió a mi u otras personas, que me escriben y me regalan sus experiencias; a veces subidas de tono.
Yo exagero, caricaturizo personajes y contexto, buscando que el escrito sea más simpático; pero todas son reales. La crónica es eso, historia”, reflexionó.
A esta sagaz y ocurrente cronista se le da natural lo de incorporar al periodismo empatía, humor, sátira y atrevimiento, con lo cual evita una visión encartonada y gris de la profesión.
Pérez Calaña es muy activa en redes sociales, fundamentalmente Facebook, en el cual se ha hecho de una identidad muy seguida con un discurso atrevido y de forma desenfadada, abierta, libre de prejuicios y tabúes, diversos temas de sexualidad, género y otros temas.
Por ello, la Yuli de Cuba considera que “las redes sociales son un medio poderosísimo para postear tus contenidos y que lleguen a un mayor número de personas, a la vez que propicia una retroalimentación inmediata casi imposible en los soportes tradicionales y una mayor expansión pública.
“Por otro lado, cuándo pasas mucho tiempo en el formato, creas una burbuja dónde solo lees lo que quieres leer o lo que plantean los algoritmos. Te vas creando una agenda limitada. Por tanto, es preciso traspasar ambientes y soportes, fundamentalmente en Cuba, un país donde todavía existe un gran número de personas, especialmente de la tercera edad, que consumen los medios tradicionales. Este es un sector esencial en la sociedad y para su funcionamiento”, advirtió.
Puntualizó que es vital “encontrar un equilibrio, sin desconocer las potencialidades de las redes sociales. También superarse y apropiarse de conocimientos y herramientas que te permitan deslindar la información objetiva, útil y oportuna para no equivocarte, acotó.
El amor profundo de Yuli por su terruño se evidencia en cada crónica del libro y así lo remarca: “La Isla de la Juventud tiene una mística increíble. Es un lugar donde yo tengo muchos deseos de transformar, hacer cosas, de logros colectivos», concluyó.
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