Así lo dio a conocer la directora adjunta de ese centro, Sandra Hechavarría, quien aludió a las coordinaciones hechas con la Empresa Salinera de la vecina provincia de Guantánamo en pos del suministro de ese renglón mineral, de alta calidad.
Elogió la experiencia por décadas de ese colectivo, caracterizado por la profesionalidad, que favorece la sustitución de los lotes importados y el consiguiente ahorro a la economía nacional.
Las sales de rehidratación oral, tan demandadas por el sistema de salud que se fabrican en una planta recientemente inaugurada en los LBF, son una de las líneas en las cuales la sal cubana resulta de utilidad y en cumplimiento de las exigencias de la farmacopea mundial.
La subdirectora se refirió al trabajo constante e innovador del grupo de investigación y desarrollo que ha logrado también la adaptación del equipamiento de las fábricas, que ya suman más de 50 años, a las demandas tecnológicas de nuevas incursiones productivas.
Otra novedad se relaciona con la utilización de gasa elaborada por la industria textilera local en un encadenamiento que sustituye la de importación para las vendas enyesadas, que son otro de los perfiles productivos de estos laboratorios farmacéuticos y los únicos de su tipo en Cuba.
Igualmente, son procesadas en sus predios la totalidad de las soluciones concentradas para hemodiálisis requeridas y proveen además las parenterales o sueros, junto a una vasta lista de fórmulas de origen natural que distinguen a la entidad.
Las perspectivas de ser declarados como empresa de alta tecnología y de promover más la superación postgraduada de sus profesionales están en el horizonte de los Laboratorios, que tienen casi a punto las tabletas de caña santa y de levadura de cerveza.
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