Incluso parece poco probable que los diputados voten en la primera lectura el polémico artículo siete del proyecto, que extiende la edad legal de retiro de 62 a 64 años, por las tres mil enmiendas que faltan por revisar antes de llegar al mismo.
Esa propuesta del Ejecutivo de trabajar más en Francia constituye la que mayor rechazo genera, tanto político como social, desencadenante de un fuerte movimiento sindical, que la víspera protagonizó la quinta jornada de multitudinarias protestas desde el 19 de enero.
La izquierda, y en particular La Francia Insumisa con unas 13 mil, fue la que más correcciones presentó a la reforma en el Hemiciclo, generando acusaciones de obstruccionismo de parte del Gobierno, el cual insiste en que reformar el sistema de jubilación es indispensable frente al déficit financiero acumulado.
También queda por definir este viernes en qué momento la Asamblea votará una moción de censura introducida por la extrema derecha contra un proyecto igualmente criticado por el aumento a 43 años del período de cotizaciones y la eliminación de regímenes especiales de retiro.
En la medianoche de hoy se cumplirá la décima y última jornada prevista para el análisis en primera lectura de la iniciativa, que pasará al Senado
Ante el amplio rechazo desatado por la reforma, calificada por muchos de innecesaria e injusta, el panorama resulta tenso y de impredecibles consecuencias.
Los sindicatos prevén paralizar a Francia el 7 de marzo y evaluar a diario si extienden o no la huelga general, a menos que el proyecto sea retirado.
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