Vencido por complicaciones de una reciente enfermedad hematológica, el Premio Nacional de Periodismo José Martí exhaló su último aliento a la edad de 77 años, según informó su familia, pero legó una herencia indiscutible en el ámbito de los medios de comunicación por su entrega al desarrollo de la prensa local.
En efecto, de su quehacer destaca la presencia en el nacimiento de la Unión de Periodistas de Cuba y el Periódico Granma en 1965, así como su labor en el Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de la nación caribeña.
Al parecer su camino por la prensa cubana estaba predestinado, pues inició en la adolescencia debido a las carencias que padecía su familia: un padre sin trabajo y una madre ama de casa, lo cual lo empujó a trabajar, cuando finalizó el octavo grado, como aprendiz de caja en el periódico Hoy.
Según confesó hace un par de años, en entrevista a Cubaperiodistas, contó con el apoyo de muchas personas que lo ayudaron a labrarse una profesión hasta que se convirtió en ‘un cronista por excelencia en aquella época. Ganaba muchos premios de crónica y reportaje. Me fui formando en el periodismo literario y en lo que realmente me interesaba, ahondar en lo humano de quienes participaban en la Revolución’.
Merecedor de la Distinción Por la Cultura Nacional (1994) y del lauro de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro en su primer otorgamiento (1999), Pérez Betancourt hizo gala de su profesionalismo en diversas latitudes, ya sea como invitado a festivales o como enviado especial.
Además, rubricó su firma en las novelas Mujer que regresa y La última mascarada de la cumbancha, así como los textos periodísticos Crónicas al pasar, Cuatro historias de pueblo, 16 imágenes y Sucedió hace 20 años, en dos tomos.
Como crítico asumió la conducción de espacios televisivos como Tanda del domingo, Cine vivo, Noche de cine y La séptima puerta, mientras escribió los volúmenes Rollo crítico, el estudio La crónica, ese jíbaro, entre disímiles artículos en revistas y periódicos.
‘Yo puedo hacer una crónica en quince minutos; en otra puedo estar quince horas. Pero sí, es un género que me encanta porque tiene que ver con el mundo donde me he desarrollado, que es ver la vida, el entorno que me rodea’, dijo en entrevista.
lam/lbl.