Todo esto va dirigido contra personas que viven entre nosotros, que nos pertenecen, a nuestra ciudad y a nuestro barrio, dijo Kaminsky en una céntrica plaza de esa urbe donde fueron recordadas las nueve personas asesinadas por un nacional de 43 años en 2020 por motivos racistas, tras lo cual mató a su madre y se suicidó.
Entre los centenares de invitados al acto se encontraban la ministra del Interior, Nancy Faeser, y el primer ministro del estado federado de Hesse, el conservador Boris Rhein.
Asumamos la responsabilidad que nos afecta a todos y plantémosle cara cuando se priva de su dignidad a individuos o minorías de nuestro país, expresó Kaminski.
Por su parte Faeser habló de la necesidad de actuar contra el racismo y la extrema derecha y señaló que era importante sacar consecuencias de ese acto.
El extremismo de derechas representa la mayor amenaza para el orden democrático básico, agregó la ministra, quien postula la candidatura del Partido Socialdemócrata en Hesse para las elecciones regionales de octubre.
Los familiares de las víctimas, presentes en el acto, criticaron la falta de esclarecimiento del atentado por parte de las autoridades pese a que el Parlamento local instituyó una comisión de investigación para aclarar los hechos.
Hoy se prevén concentraciones y más tarde una conmemoración conjunta en los lugares del crimen en el centro de Hanau y en el distrito de Kesselstadt.
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