En ese contexto el tribunal de esta capital ordenó la detención preventiva de un cardiólogo de un hospital de Iasi (este) por abuso de funciones y soborno.
De acuerdo con el ministerio público, entre 2017 y 2022 el arrestado implantó 238 dispositivos médicos de origen desconocido, a veces extraídos de pacientes fallecidos.
La fiscalía sospecha además que dirigía una red que incluía al menos a otros cuatro médicos y que proveía los dispositivos, sin la aprobación previa de los pacientes enfermos o sus familias.
Gran parte de las intervenciones quirúrgicas no eran necesarias y eran consecuencia de diagnósticos ficticios o medicamentos que inducían síntomas específicos, detalla un comunicado divulgado aquí.
El sistema de salud de Rumano es víctima de múltiples escándalos de corrupción desde hace varios años y es el que menos gasta en sanidad de todos los países de la Unión Europea, según fuentes comunitarias.
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