Durante su estancia aquí, el dirigente y la directora para África del ICAP, Yahimi Rodríguez, dialogaron con todas las estructuras y los principales responsables de impulsar las tareas vinculadas a la solidaridad y la amistad entre los dos países.
Fueron “tres días de intenso trabajo e intercambios fructíferos, de razonamientos y propuestas sobre cómo seguir perfeccionando la labor conjunta”, dijo Gaute a Prensa Latina. A juicio del funcionario, encontraron en Luanda “a ese pueblo siempre solidario y comprometido con Cuba, y muy empeñado también en la defensa de su independencia nacional y el desarrollo socioeconómico”.
Hay enormes potencialidades para fomentar la colaboración por “los recursos humanos que nos vinculan, la historia, la cultura y los nexos sanguíneos”, respondió.
“Conversamos con muchas personas en la calle y la gente nos expresó, de forma sencilla y natural, sus sentimientos de simpatía hacia la Revolución Cubana y nuestro pueblo”, así como el compromiso de marchar juntos, relató el entrevistado.
Las relaciones, abundó, están en condiciones de multiplicarse, sobre todo por “la continuidad que apreciamos en las nuevas generaciones”.
Para nosotros, contestó, fue un motivo de orgullo y, al mismo tiempo, un reto porque “tenemos que ser capaces de encontrar alternativas de colaboración conjunta cada vez superiores”.
El vicepresidente del ICAP confirmó, además, la continuidad de su viaje regional, el cual incluirá a Sudáfrica y Mozambique, donde abordarán temas similares con autoridades de los gobiernos y activistas sociales.
Al respecto, destacó la disposición de Sudáfrica de acoger un evento internacional de solidaridad con Cuba en el segundo semestre de 2023 y la presencia de colaboradores de la isla en territorio mozambiqueño, donde gozan también de una elevada estima popular.
Según afirmó, hoy, ayer y siempre, África representa para Cuba “un punto referencial en todas las ideas que nos propongamos desarrollar en términos de calidad de vida de nuestros pueblos y de situar al ser humano en el centro de atención de las políticas públicas”.
Si se razona cualquier cuestión relacionada con los principios de independencia, soberanía y autodeterminación, entonces, África forma parte de “ese tronco común que compartimos”, aseveró.
Un árbol, dotado de “profundas raíces”, y “nada ni nadie podrá impedir que las sigamos desarrollando, con nuestras relaciones de amistad, solidaridad y respeto”, concluyó.
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