Por Elizabeth Bello Expósito
Redacción de Cultura de Prensa Latina
Durante la XXXI Feria Internacional del Libro de La Habana, presentó dos obras, una de ellas “Amiga del malecón, siempre”, con poesías originadas entre los atardeceres, las olas y escenas costumbristas de ese concurrido espacio capitalino.
La otra es el volumen de cuentos “Sucedió en La Habana”, que retrata a personajes de los barrios “para contar de otro modo a la Revolución”, según afirma.
Ella ha dedicado más 30 años a la labor docente y se ha desempeñado como maestra, directora e inspectora de la enseñanza primaria. También posee un Diplomado Superior en Ciencias Sociales de Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales).
En su currículo también aparecen estudios en Psicología Social y tiene especialidades en Pedagogía de la Formación Docente y en Pedagogía de la Lectura, además de ser miembro de la Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe, Capítulo Argentina.
Sobre sus libros y las especialidades con las que habitualmente se relaciona, vinculadas con la educación y la lectura, conversó en exclusiva con Prensa Latina.
-¿Qué impacto tienen las nuevas tecnologías en las generaciones más jóvenes y cómo regular su consumo?
«La pandemia obligó a los docentes a reformularse, reaprender y enseñar con otros formatos y con el uso de plataformas como Google y además las redes sociales: WhatsApp, YouTube, Facebook y el correo electrónico.
Creo que en Cuba fue diferente y aprovecharon los medios de comunicación: la televisión, la radio también. Ustedes están muy acostumbrados a eso, a la masividad, que lo propuesto esté al alcance de todos. En eso esta nación es un ejemplo, lo ha sido siempre y lo fue durante la pandemia.
En comparación, en Argentina muchos estudiantes no tuvieron acceso, por el costo de la conectividad y los servicios y perdieron sus clases. La apropiación de las tecnologías en la enseñanza fue desigual, reflexionó.
Lo más importante son los aprendizajes que esta etapa dejó, porque la escuela tuvo que seguir funcionando y ello requirió mucha sensibilidad por parte de los maestros.
También comprendimos la importancia de aprovechar las ventajas de la tecnología como soporte para alojar ese conocimiento y saberes que necesitamos; y tener dónde buscarlas luego para utilizarlas”, aclaró la también periodista.
La escritora aludió a como el aislamiento provocado por la Covid-19 visibilizó la brecha entre la generación pandémica y la milenial con respecto al uso y consumo de las tecnologías.
“Nosotros debemos aprender de las juventudes todo lo que tienen para enseñarnos y a la vez enseñarles más acerca de lo político, de lo ideológico, de los peligros y el uso correcto de la información; porque la web es inmensa, no todo sirve y ni es bueno”, advirtió.
-¿Qué importancia le concede a la literatura en este universo post-pandémico en el que vivimos actualmente?
«La literatura de ficción, las novelas son otros modos de la realidad y contradictoriamente siempre que estemos hablando de ficción, vamos a estar hablando de realidades.
No solamente una noticia, crónica o un medio de comunicación, hablan de una realidad concreta, sino que las ficciones también lo hacen porque cada quien escribe, a partir de vivencias y ahí transmite muchísima información”.
La corresponsal del diario digital Resumen Latinoamericano consideró que es un tiempo muy hermoso este que nos toca vivir y de enormes desafíos.
Ello exige trabajar y aportar desde lo colectivo: “cómo decía el influyente educador brasileño Paulo Freire, solo nadie. Es decir, comprometernos a hacernos cargo, de la mejor manera, desde la educación, la cultura, la comunicación y cada uno de los lugares.
“Tomar en las manos la posibilidad de dejar un aporte a este tiempo en que vivimos e igualmente poner al servicio de los demás y nosotros mismos también lo aprendido, los conocimientos”, destacó la promotora de la lectura.
-¿Cuánto puede aportar hoy la literatura y el arte a los movimientos de izquierda latinoamericanos?
«La escritura, el arte, el periodismo, la comunicación, todos estos modos de la cultura pueden aportar mucho al movimiento de intelectuales de izquierda, progresistas. Los pensadores que tenemos en todos los ámbitos siguen haciéndose preguntas y buscando respuestas.
Cuba es eso precisamente. La posibilidad de encontrarse con otros compañeros de América Latina ya sea en los congresos de Pedagogía o en la Feria Internacional del Libro de La Habana para seguir estudiando, haciendo militancia y fundamentalmente generar el debate.
Es muy importante poder seguir transitando estos caminos, que no son fáciles, porque siempre que estamos a favor de algo también nos ponemos en contra de otro», puntualizó.
Cesaroni creó y dirige, desde hace diez años el programa radial Amigos de Cuba y sobre ello comentó:
“Intento traer las voces de cubanos y cubanas e incluye entrevistas con referentes de la cultura, política, educación en Cuba y otros que contactamos vía WhatsApp.
El objetivo es tener un espacio más fuera de Cuba en donde ustedes puedan expresarse y llegar a los argentinos. Sale a través de triple W FM Raíces Rock.org, en la frecuencia ochenta y ocho punto nueve, desde la ciudad de La Plata y para el mundo.
Es una experiencia de comunicación popular es una radio comunitaria y estoy muy contenta de que sea una vía útil para que las voces de la revolución cubana puedan ser difundidas y amplificadas a través de la radio, medio de comunicación indispensable para contrarrestar la campaña en su contra”.
-¿Es posible hacer una Revolución desde la cultura?
«Si te referís a Cuba, la revolución en la cultura ustedes la hacen todos los días. Yo estoy asombrada de todo visto durante mi visita a la isla. La Revolución cubana es una revolución cultural.
En el caso de mi país, necesitamos invertir más en educación y cultura. A pesar de las limitaciones derivadas de la gran deuda con el Fondo Monetario Internacional se hacen grandes aportes especialmente por quienes queremos un país sin ataduras y somos antiimperialistas.”
Cesaroni recordó también el discurso pronunciado por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en junio de 1961, conocido como Palabras a los Intelectuales. En su opinión, ahí se encuentran las razones por las cuales siempre va a ser mejor ser libres que colonizados.
La periodista argentina puntualizó que en América Latina y el Caribe se encuentra 60 por ciento de los proyectos progresistas del mundo actual, cada uno con sus matices. Acotó que Estados Unidos es el enemigo de toda la humanidad no solo de Cuba.
“Acá hay un pueblo digno que resiste y está acompañado por América Latina y el resto de los países del Caribe. Están acompañados. Ustedes nunca van a estar solos. Quisieron aislarlos, pero no pudieron. Hay que integrarse desde la literatura, desde la comunicación”, realzó.
Por otro lado, advirtió que “es crucial estar atentos a la gran campaña de agresión que hay contra Cuba, una guerra híbrida donde pretenden hacernos creer falsas noticias, informaciones inventadas, busca generar conflicto y contar una realidad que no es la de Cuba.
Estados Unidos invierte muchísimo dinero en campañas dirigidas a socavar las bases de la Revolución. Los amigos de Cuba, creemos que los únicos que pueden decidir lo que quieren hacer son los cubanos y cubanas, tenemos una gran responsabilidad en apoyarlos y acompañarlos.
No importa que hagamos literatura, cuentos, poemas o periodismo, tenemos la responsabilidad de retratar a Cuba desde diferentes formatos porque inclusive el audiovisual también es un modo del arte, pero con conocimiento.
Para poder contar acerca de Cuba hay que conocer, haber vivido y tomado contacto con el pueblo cubano en los barrios, con la gente, para comprender los fenómenos relacionados con la cubanía o la cubanidad.
Solo así se puede entender realmente la dimensión de lo que le hacen a Cuba, por ejemplo, en un momento tan difícil como la pandemia, cuando el imperio estadounidense profundizó la crisis de salud con doscientas treinta y cuatro medidas más, sumándolas al bloqueo que ya existe desde hace 64 años.
La prensa hegemónica quiere hacer creer a quienes no vivimos en Cuba que los problemas aquí son mucho más graves e inclusive que están generados por la falta de políticas y decisiones del gobierno y quienes lo conducen.
Mentira, acá las decisiones las toma el pueblo y por supuesto que los dirigentes escuchan y también llevan adelante muchas de esas ideas. La participación popular se puede ver ahora que ustedes están en este proceso de elección de los diputados a la Asamblea Nacional, con candidatos en todos los barrios dialogando con la gente.
-¿Volvería a Cuba?
«Definitivamente sí. Siempre volvería, inclusive me gustaría vivir en Cuba algún día. Con nuevos libros y trabajos. Como corresponsal de la publicación Resumen Latinoamericano, podría estar más en contacto con las noticias y el acontecer de Cuba, una nación tan querida.
Asimismo, como profesionales de la comunicación y la palabra tenemos igualmente el desafío de ser fieles al pensamiento y legado del Che (Ernesto Guevara), Rodolfo Wolf y por Jorge Mazzetti, tres argentinos e intelectuales revolucionarios fundadores de Prensa Latina.”
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