En la ceremonia efectuada en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde reposan los restos del insigne pensador, el historiador y académico Eduardo Torres Cuevas aseguró que las lecciones del padre Varela sentaron las bases de las ciencias modernas en Cuba, desde el pensamiento abierto y patriótico.
Recordó que José Antonio Saco, uno de sus alumnos y eminentes intelectuales de la isla en el siglo XIX, calificó a Varela como el hombre que realizó la revolución filosófica en Cuba.
Su enseñanza tuvo eco en las mentes más capaces de su generación, cuna de los ideales materializados en las luchas independentistas a partir de 1868, puntualizó Torres Cuevas, y detalló que la instrucción a partir del pensamiento electivo y el estudio de todas las ramas del saber quedaron reflejadas en el trabajo de sus discípulos.
Entre estos, aparecen destacadas personalidades como José de la Luz y Caballero, pedagogo y filósofo, José Antonio Saco, historiador y sociólogo, y el naturalista y científico Felipe Poey, entre otros.
Varela es considerado en Cuba un pensador de enorme trascendencia que abogó por el reconocimiento de la independencia de América por la metrópoli española, la autonomía política de la isla, la extinción de la esclavitud y la modernización de todo el sistema educacional y la creación de una Universidad nueva y científica.
El acto contó con la presencia de Rogelio Polanco, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de su departamento Ideológico; José Ramón Saborido, ministro de Educación Superior; Miriam Nicado, rectora de la Universidad de La Habana, y representantes de diferentes iglesias, entre otras personalidades.
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