La académica de la Universidad Nacional Nuria Rodríguez resaltó la actualidad del pensamiento pedagógico-político del Apóstol de la Independencia de Cuba de España a finales del siglo XIX, basado en los principios de igualdad, libertad, justicia social y americanismo.
En ese sentido, Rodríguez citó la frase martiana «El pueblo más feliz es aquel que tenga más educado a sus hijos».
Asimismo, la académica mencionó la influencia de Martí en el gran escritor, intelectual y pedagogo costarricense Joaquín García Monge, quien conoció al más universal de los cubanos siendo un adolescente, pero sus ideas lo marcaron e inspiraron para siempre.
Refirió que en su revista Repertorio Americano, García Monge fue el primero en publicar La Edad de Oro, de José Martí, en 1921, así como otros escritos y obras del Héroe Nacional cubano.
Rodríguez exaltó que el pensamiento de Martí resulta súper necesario en la actualidad para tener una visión más precisa de la realidad, porque su ideario está completamente vigente.
El exministro de Cultura, Juventud y Deportes, doctor en Filosofía Arnoldo Mora, aseguró que Martí es cubano, pero nos pertenece a todos en Nuestra América, en esta Patria Grande Latinoamericana, porque su obra es esclarecedora, son los anteojos con los que podemos ver la realidad de hoy.
Por su parte, el embajador de Cuba en Costa Rica, Jorge Rodríguez, destacó la impronta de José Martí en este país centroamericano, el cual visitó en dos ocasiones, en 1893 y 1894, en la preparación de la Guerra de 1895 contra el colonialismo español.
Rodríguez precisó que la realización de este programa radial forma parte de la jornada de conmemoración del aniversario 170 de su natalicio, el pasado 28 de enero, el 130 de su primera visita a Costa Rica, el 30 de junio de 1893, y el 128 del Grito de Baire, con el cual comenzó la Guerra de 1895, el 24 de febrero de ese año, contienda organizada por Martí.
Al exaltar la vida y obra del Martí, el diplomático cubano sostuvo que sin haber participado en la primera parte de la guerra por la independencia de Cuba de España, entre 1868 y 1878, por su corta edad, Martí se convierte en el líder indiscutible de la segunda etapa de esa contienda (1895).
Lo anterior, resaltó, porque logró unir en una causa común a altos jefes militares de esa primera fase que habían tenido desavenencias entre ellos.
Por lo tanto, subrayó, esa es otra de las grandes enseñanzas de Martí, la unidad, misma que es seguida hoy por el pueblo cubano en la defensa del proceso revolucionario, del que el Apóstol de la Independencia es símbolo y paradigma.
Rodríguez llamó a estudiar la obra de José Martí, interpretarla y tratar de ser consecuente con su pensamiento humanista, porque así seremos mejores hombres y mujeres.
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