El siniestro, que se inició el sábado anterior a consecuencia de la fuerte sequía que afecta al país desde hace meses, cubre un área boscosa de valiosas especies, esencialmente de pinos, con serios daños para una parte importante de flora y fauna autóctonas.
Según reporte del Noticiero Nacional de Televisión, este sábado la situación se tornó más compleja, pues los fuertes vientos no ha favorecido las acciones de las fuerzas que combaten las llamas.
Unas mil personas intervienen en el enfrentamiento al fuego, entre ellas grupos combinados del cuerpo de guardabosques, de las fuerzas armadas, trabajadores forestales de las provincias de Holguín y Santiago de Cuba y vecinos de la zona.
El objetivo principal es evitar la propagación de las llamas mediante el empleo de equipos hídricos de extinción, máquinas ingenieras y el fomento de trochas.
A esas acciones se unieron las tripulaciones de varios helicópteros, hidroaviones y dotaciones de bomberos de dos comandos.
Autoridades de la Defensa Civil informaron que aunque la aviación lleva dos días lanzando agua sobre las áreas incendiadas, el fuerte viento hace que la maniobra sea mucho más compleja, pero se aumentan los medios necesarios para tratar de controlar el siniestro.
Por su parte, Ernesto Santiesteban, primer secretario del Partido Comunista en Holguín, declaró a la prensa que las condiciones son adversas pues se trata de una zona montañosa de difícil acceso, pero se toman todas las medidas, para lo cual resultan muy valiosa la labor del cuerpo de guardabosques, con experiencia en este tipo de eventos.
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