En un comunicado, el comité recuerda que fue en febrero de 1962 cuando Washington oficializó esa política contra la Revolución Cubana.
Subrayó que el cerco comenzó con restricciones que afectaron la comercialización de medicamentos y alimentos y se extendió prácticamente a todos los aspectos de la vida de la nación antillana.
El texto enfatiza que tal práctica tiene entre sus víctimas «a la niñez, la vejez y contra un pueblo que cometió a los ojos del imperio el pecado de no doblegarse”.
Refirió que el bloqueo se ha venido arreciando, como ocurrió durante la pandemia de la Covid-19, y es parte del arsenal de agresiones que incluye invasiones y atentados contra la isla caribeña.
El bloqueo contra Cuba es un crimen de lesa humanidad y debe cesar, concluye el comunicado, que saluda a “todos los pueblos que en el mundo se organizan para dejar patente su rechazo”.
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