«Todo está bajo las aguas, la zona acumula más de 500 milímetros desde fines de enero, es la primera vez en nuestra historia que ocurre algo así», lamentó el gobernante desde esa región del Alto Paraguay, próxima a las fronteras con Brasil y Bolivia.
Las precipitaciones –advirtió- caen de forma intensa e ininterrumpida desde hace dos días y toda la población sufre afectaciones en esta localidad, declarada en alarma ante las peligrosas secuelas de las tormentas a causa de un temporal.
«La situación se complica bastante, porque también se queda sin trabajo mucha gente, la gran mayoría dedicada al negocio del carbón», indicó la autoridad comunitaria, quien solicitó ayuda a la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
Por su parte, la ministra de la SEN, Gladys Zunilda Borja, comunicó que ya este lunes está llegando un primer cargamento de ayuda consistente en colchones, frazadas y chapas, “que va a paliar en algo la situación”.
Los Gobiernos locales anunciaron que pusieron a disposición de esas y otras regiones noroccidentales escuelas y polideportivos para albergar a las familias afectadas por el fenómeno climatológico.
La cantidad de agua caída desde fines de enero y durante el mes de febrero ya supera los 500 milímetros y las lluvias continuarán en la región, reportó la Dirección de Meteorología e Hidrología.
Unas ocho mil personas de Puerto Casado quedaron incomunicadas por las inundaciones y el 80 por ciento de la población de esa localidad, junto a la de otros vastos territorios noroccidentales, fueron dañadas de un modo u otro por las secuelas de las lluvias.
Las inundaciones y demás afectaciones son a causa del impacto en el país durante los últimos días de un sistema de tormentas cuyos vientos alcanzaron hasta 100 kilómetros por hora, según la Dirección de Meteorología e Hidrología.
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