«La promoción y protección de los derechos humanos es un ideal común. Ningún país está exento de retos, y ninguno tiene autoridad para considerarse un paradigma en la materia, juzgar a los demás, y mucho menos, para politizar y utilizarlo para estigmatizar a Estados soberanos», advirtió aquí.
Al intervenir en el segmento de alto nivel de la sesión 52 del Consejo, Rodríguez condenó los intentos imperialistas de convertir a este órgano de la ONU en un tribunal contra países que no se subordinan a los intereses geopolíticos de gobiernos poderosos. En ese sentido llamó la atención de que esa postura erosiona la credibilidad del Consejo de Derechos Humanos y lo retrotrae al ambiente imperante en la extinta Comisión de Derechos Humanos.
A nombre de la isla, su canciller subrayó en el foro el rechazo al intento de estigmatizar a gobiernos y proyectos económico-sociales que no se subordinan a los designios de «los amos de las finanzas, los mercados y las armas».
Asimismo, ratificó la posición de Cuba como Estado miembro fundador del Consejo de defender el diálogo y la cooperación internacional y el pleno respeto a los principios de universalidad, indivisibilidad, objetividad y no selectividad en materia de derechos humanos y su tratamiento.
En ese espíritu, presentamos nuestra candidatura para la reelección como miembro del Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2024-2026, anunció.
A propósito del tema, afirmó que la nación antillana seguirá alzando la voz desde el Sur en defensa de los países en desarrollo, los pobres y los excluidos.
En su discurso en ONU-Ginebra, Rodríguez llamó a construir un mundo más solidario y cooperativo, frente a patrones de producción y consumo irracionales e insostenibles, que amenazan la existencia humana.
wmr